domingo, octubre 21, 2007

INTERVALO

"Tú dijiste: !!Ay de mí ahora! porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso"
(Jeremías 45:3, RV60)


Hay épocas en nuestra vida en la que nos sentimos como Baruc en la cita que encabeza la reflexión de hoy. Momentos en los que, si bien entendemos que el Señor nos está formando, empezamos a pensar que el proceso es demasiado largo y tortuoso, que tanto sequedal fatiga y que tanto desierto desanima. Gemir agota, y el clamor prolongado hace que el silencio se sienta más fuerte.

Y cuando no vemos o no entendemos las respuestas de Dios, cuando necesitamos rogarle que abra nuestros ojos espirituales y nos de discernimiento para comprender cómo es que se está moviendo, es el momento donde necesitamos invocar la presencia de Su Santo Espíritu para que ministre en nosotros toda la fe que necesitamos para enfrentar con certeza lo que corporalmente no percibimos.

"Buen negocio es poner la vida en las manos del Señor", dice el cantautor argentino Facundo Cabral. Y yo lo creo, porque sé que cada mañana Sus misericordias son nuevas.
Esta semana quiero tenerlo presente y recordar cuán difícil sería la vida si tuviera que enfrentarla sin Él.

En Cristo,

JORGE HERNÁN