miércoles, mayo 03, 2006

PALABRA VIVA

"Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."
(Hebreos 4:12, NVI)

¡Qué bueno que nuestro Amado Padre se encargó de dejarnos por escrito las instrucciones! En la Palabra encontramos la clave para emprender la experiencia de construir una relación sólida con Él. Es el medio primario que Dios utiliza para hablar a nuestros corazones, y la revelación escrita que nos señala los linderos de nuestro tránsito terrenal.

Porque es viva nos reanima, nos conforta, nos estimula a alcanzar nuevas alturas en nuestro caminar en Cristo.

Porque es poderosa, su verdad nos revela lo que es cierto y real para Dios, independientemente de lo que nosotros pensemos o de lo que nuestros sentidos corporales nos permitan percibir. Su eficacia trasciende nuestra limitada comprensión porque los resultados que consigue van más allá de lo que imaginamos.

Porque es cortante y aguda, nos confronta, llega a donde tiene que llegar y hace lo que tiene de hacer. Las Escrituras mismas declaran que la Palabra de Dios nunca vuelve vacía sino que hace en nosotros lo que tiene que hacer según la voluntad de Dios.

Porque penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, y hasta la médula de los huesos, no deja rincones a media luz ni puntos ciegos sino que alcanza cada espacio de nuestra vida sacando a flote lo que tiene que sacar, derribando lo que tiene que derribar y removiendo lo que tiene que remover.

Porque juzga los pensamientos y las intenciones del corazón revela nuestras motivaciones ocultas y desnuda nuestros intereses más escondidos.

La Palabra de Dios es el vehículo diseñado por Él para conocer al Dios de la Palabra. Nos da las pautas para establecer una relación personal, íntima y profunda con Jesucristo y a entender que cada verdad que Él nos revele en la comunión derivada de la amistad con Él siempre estará en armonía con Su Palabra.

Alguien llamó a la Biblia "el Manual del Fabricante"; familiarizarnos con ese manual nos permitirá encontrar muchas respuestas, no solo frente a los grandes interrogantes de la vida sino también frente a los pequeños.

Si estás buscando que Dios te hable, empieza por discernir lo que te quiere comunicar a través de su Palabra. Pero recuerda que, como dice el Dr. Bill Hamon, "Su más grande deseo es siempre que sus hijos tomen tiempo de calidad para esperar en Él hasta que nuestra mente, emociones y voluntad estén suficientemente claras para que Él comunique Su mente y corazón claramente a nosotros".

Comienza hoy, no esperes a que otros te digan qué es lo que Dios tiene para tí, te animo a que te comprometas tú mismo a descubrirlo. Escudriña la Palabra y empieza a vivir tu propia relación con Dios.

El Señor te siga bendiciendo,

JORGE HERNÁN



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