miércoles, junio 21, 2006

DEPENDIENDO DE DIOS

"!!Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello."

(Santiago 4:13-15)



Aunque tenía pavor a los aviones, volar siempre me daba la oportunidad de acercarme a Dios. Siempre procuraba tener una silla sin vecinos, así que con frecuencia pedía uno de los últimos asientos o de los cercanos al motor, que generalmente eran los menos demandados; allí sacaba mi Biblia y dedicaba el tiempo de vuelo a la oración y lectura de la Palabra. En uno de mis viajes el Señor me permitió experimentar la fragilidad a la que está expuesto un pasajero en pleno vuelo. Ví desde el aire la pequeñez de las casas, las vías, los ríos, en fin...y me dí cuenta que no podía bajarme del avión y que realmente dependía de la pericia del piloto y de su plan de vuelo. Más exactamente, dependía de Dios. Y entonces el Espíritu ministró mi corazón y me dijo: "ahora eres consciente de tu fragilidad; déjame decirte que cada momento de tu vida eres tan dependiente de mí como lo eres ahora, sólo que no te das cuenta". Entendí que efectivamente nuestra vida es como neblina y que todos nuestros planes y proyectos están realmente en manos de Dios. Es decir, todo lo que soñamos, anhelamos y esperamos ocurrirá si, y solo si Dios quiere, así que no nos queda más que aprender a depender de Él.



¿Qué tienes en mente hoy? ¿Qué planes tienes? ¿Qué inquietudes acosan tu corazón? Sea lo que sea, recuerda que estás sujeto a la voluntad de Dios, todo el tiempo y en todo lugar. Realmente Él tiene el control pero necesita que tú lo entiendas y por eso quiere enseñarte a descansar en Él. Es Dios el dueño del tiempo y es Él quien decidirá cuándo es el momento oportuno para lo que sea. Dice el Salmo 37:5 (LBLS): "Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él,y él actuará en tu favor". Sea lo que sea, toma hoy la decisión de hacerlo. Entrégale lo que sea, confía en Dios y espera el resultado. Empieza a vivir la verdadera dependencia de Dios, y haz que la palabra "Señor" adquiera una nueva dimensión en tu vida.


Dios te bendiga,

JORGE HERNÁN




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