(2 Corintios 6:12, RV95)
¿Sabes cuándo quiere Dios empezar a obrar de una manera poderosa en tu vida? Hoy. Ahora mismo. Donde estás. En el lugar en que te encuentras. En este preciso momento de tu vida. En medio de las circunstancias que estás atravesando. Por eso dice que el "tiempo aceptable" ha llegado ya.
Los seres humanos por naturaleza nos quedamos aguardando a veces una señal milagrosa que nos indique que el momento que esperamos ya ha llegado. Pero el autor de Hebreos nos alerta: "Por eso, Dios volvió a fijar un día, que es "hoy", cuando mucho después declaró por medio de David lo que ya se ha mencionado: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón." (Hebreos 4:7).
El Señor actúa y se mueve en un eterno presente, y el presente es el tiempo en el cual quiere manifestarse con todo Su poder y gloria. Cuando nosotros nos sintonizamos con Su manera de vivir, entendemos que en la vida cristiana no hay lugar para el aplazamiento ni para la posposición. Hasta Judas oyó de labios de Jesús: "¡Lo que vas a hacer, hazlo enseguida!" (Juan 13:27, Castilian). En lugar de esperar que alguien nos haga una seña para dar la largada, conviene que oigamos la voz de Dios, quien espera que nos pongamos en marcha (Éxodo 14:15).
En mi reflexión de mayo 10, decía: "Quizás estás posponiendo decisiones a la espera del momento preciso. Pero solamente Dios conoce el futuro y quizás ese mañana no será como lo esperas. Ama hoy. Sirve hoy. Perdona hoy. Emprende hoy. Comparte hoy. Aprende a mirar la vida con una perspectiva eterna, Dios la puso en tu corazón para eso. Y entiende que "hoy" es apenas un punto en la eternidad, pero es el punto crucial en el que Dios te llama la acción."
Ahora es el tiempo de Dios. Si tienes algo que hacer, házlo ya. Y disponte a ver a Dios obrando de una manera verdaderamente asombrosa en tu vida.
Bendiciones,
JORGE HERNÁN
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