martes, octubre 03, 2006

¿QUÉ TIENES EN LA MANO?

"Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella."
(Exodo 4:1-3, RV60)


Dios nos dotó con diferentes habilidades, dones y talentos. Los distribuyó de acuerdo con Su voluntad y en armonía con Su plan perfecto, de manera tal que pudiéramos servirle al ponerlos nosotros mismos al servicio de los demás. A Moisés le preguntó qué tenía en la mano, para hacerle entender que los recursos que le había dado, y no aquellos de los que carecía, eran los que iban a servirle para cumplir la tarea que le iba a encomendar. Mucho tiempo después, Eliseo le preguntó a la viuda de Sarepta: "¿qué tienes en casa?", antes de ser un instrumento divino para el milagro de multiplicar el aceite y permitirle a la viuda saldar sus deudas. Jesús de Nazareth hizo del agua que le facilitaron en las bodas de Caná el mejor vino. Dios siempre se vale de lo que tenemos, no de lo que nos falta.

Muchas veces nos permitimos una pausa para servir a Dios esperando algo que no sabemos si ha de llegar. Tenemos las herramientas pero no las usamos, nos quedamos esperando a tener más dinero, más tiempo libre, mayor conocimiento, etc., etc. Me admira ver lo que dice Hechos 4:13 acerca de dos de los más reconocidos gigantes de fe: "Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús."

No sé si experimentes lo mismo al releer este pasaje, lo que yo veo es que la comunión con Jesús, la llenura del Espíritu Santo y la cobertura del Padre eran tan grandes y tan fuertes para estos dos hombres, que ellos mismos no estaban esperando ningún evento futuro para decidirse a ser instrumentos de bendición para otros. Trabajaron con lo que tenían. "Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído", dijeron (Hechos 4:20) y pusieron manos a la obra. La Biblia no nos dice nada de cuál era su situación financiera, su estado de salud o su disponibilidad de tiempo; en cambio sí nos confirma que eran personas "sin estudios ni preparación", y aún así no buscaron excusas para posponer su tiempo de servicio.

Recuerda que fuimos formados para servir a Dios, y el servicio hace parte de tu rol como creyente y discípulo, no es algo reservado solamente a los ministros. Así que piensa qué es lo que tienes en tu mano, cuáles son esos talentos con los que Dios naturalmente te dotó y pónlos a trabajar para Él desde ya. Te aseguro que verás pronto la recompensa.

Bendiciones fraternales en Cristo Jesús,

JORGE HERNÁN

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